viernes, 26 de septiembre de 2014

CUANDO EL CUERPO NOS DELATA






Ps.Rocxana Croce P.

“Nuevos caminos recorro, un nuevo modo de hablar llega a mí; me he cansado, como todos los creadores, de las viejas lenguas. Mi espíritu no quiere ya caminar sobre sandalias usadas”
Nietzsche,Así habló Zaratustra.

La comunicación humana resulta muchas veces tan rica no solo en contenido de mensaje sino en la manera de decir tantas cosas sin necesidad de recurrir a la palabra.

De manera conciente o inconsciente estamos en todo momento dejando translucir una serie de expresiones. Nuestro cuerpo representa la inmediatez de todo sentir y de toda afectividad.

El investigador Albert Mehrabian durante la década de los 70 analizó la importancia de los mensajes verbales y no verbales y descompuso en porcentajes el impacto de un mensaje: 7/38/55

7% es verbal (lo que se dice), 38%  es paraverbal o vocal (tono, pausas, ritmo y otras características) y un 55% es corporal: señales, gestos, miradas, respiración, movimiento de ojos, etc.)

El componente verbal se utiliza para comunicar información y el no verbal para comunicar estados y actitudes personales.

En un hilo de comunicación aproximadamente el 65% resulta cargado de lenguaje no verbal y un 35% corresponde a la palabra misma.

Cuando se fuerza una situación, el cuerpo lo expresa de una u otra manera. A veces se dice por ejemplo  y el cuerpo dice un no; es por eso que el cuerpo nos delata, no miente, dicen algunos especialistas y parece ser cierto.

Si el interlocutor es acucioso y hábil descifrador del lenguaje corporal, entenderá el significado de los mismos. Pero ojo, no hay un cien por ciento de confiabilidad en esa interpretación y podríamos equivocarnos y caer en un error.
Se dice que la mujer es más fina en estos avatares, tal vez porque su lado derecho del hemisferio contribuye a ello con la intuición.

A continuación algunos ejemplo de conductas no verbales que podemos descifrar:
  • Frotarse las manos insistentemente puede interpretarse como impaciencia
  • Tocarse la nariz varias veces indica que no se esta de acuerdo con algo
  • Tocarse el cabello o entrelazarlo revela falta de confianza en sí mismo e inseguridad
  • Brazos cruzados denota una actitud defensiva
  • Guiñar el ojo puede significar interés, estar de acuerdo
  • Mirar hacia abajo indica poca atención o bajo interés 
  • Caminar erguido revela confianza en uno mismo
  • Cruzar las piernas balanceando los pies puede ser impaciencia o aburrimiento

Existe la posibilidad de que conforme se es mayor, se pueden encubrir o disfrazar conductas por conveniencia.

Posturas y posturas
Las posturas corporales también son índice de algo. Por ejemplo una rigidez expresa emociones tensas, duras.
Mostrarse con los hombros encorvados da la impresión de timidez, ensimismamiento o abatimiento.
Inclinar la cabeza hacia delante señala interés por lo que se escucha; lo contrario sucede si es al revés.
Sentarse al “filo”de la silla demuestra ansiedad.
Usar mucho las manos y gesticular bastante cuando se conversa, significa que es una persona descriptiva y elocuente.
Cuando uno esta relajado, alegre, el cuerpo se estira, el pecho se “ensancha”. Pero si se exagera da la idea de total desinterés y hasta mala educación.

Hay miradas……que hasta “matan”.
La mirada es fuente de mucha elocuencia. Tanto se puede decir con una mirada que hasta a veces no hace faltan las palabras para demostrar por ejemplo sorpresa, burla, admiración, duda, tristeza, atracción, etc.
Cuando estamos frente a una persona y hacemos contacto visual, podemos detectar a través de sus ojos una serie de emociones y sentimientos.
Es así que una mirada sostenida puede señalar atención e interés.
Pero si esta se mantiene invariable por mucho tiempo, será señal de desafío y hasta agresividad.
Hablar sin mirar a los ojos del interlocutor o variar la mirada de derecha a izquierda es propio de un desinterés o poca voluntad.

¿Y la voz?
También delata.
Expresarse con un tono de voz bajo y titubeante es reflejo de inseguridad, timidez o dar la impresión de que la persona no sabe del tema o que sus argumentos o comentarios no son definidos o seguros.
Es mejor procurar mantener un tono de voz regular y sin titubeos. Incluso, en una situación de confrontación, es aconsejable controlar las emociones con un tono de voz medianamente alto pero firme.

Finalmente, ante situaciones personales o decisiones importantes, es mejor resolverlas o enfrentarlas cara a cara que por teléfono; así no hay opción a perder esa parte de la comunicación y quien sabe, sea ingrediente valioso en una decisión.


Ilustración "Autumn" por Flavia DelCro

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